Resignar la mirada a lo natural,
lo que las cosas son sin el aspaviento
del deseo que las precede e ignora.
Resignar la mirada con el orgullo
y voluntad de lo mejor para sí.
"Qué extraño es estar vivo [...] Tu vida la sostiene, acaso, esta extrañeza." J. Corredor-Matheos
4 comentarios:
Me quedo en tu invocación, y me resigno a la belleza que invocan y evocan las palabras...
Se agradece, Marisa.
Estimado amigo, desgraciadamente, mi falta de tiempo no me permite visitar mas lugares sobre poesía, me gusta animar de veras a persistir en este arte de la memoria y de raiz. Así que felicidades.
Muchas gracias, Luis, por tus palabras tan generosas, que no sé si merezco.
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