domingo, 21 de enero de 2007

Pálpitos Melódicos

La distancia y el tiempo no existen. Son sistemas que limitan nuestra libertad tratando de medir nuestras vidas. Resulta evidente que existen utensilios para medir distancia y tiempo, pero no dejan de ser simples medidas. Vivir no consiste en medir. Vives si logras sentir la inexistencia de ambos conceptos.

Una buena opción de descubrir su no existencia, es observar a tu alrededor y ver esa extensa minoría de semejantes que te acompañan en tu caminar. Percibir que siempre han estado y por siempre se quedarán. Sientes el latir de tu corazón y cuando éste alza la vista, consigue ver a esos corazones amigos que se unen dispuestos a iniciar una interminable tertulia de latidos hermanos. Tertulia aderezada de risas, carcajadas, sollozos o llantos. No importa que sean tristes o felices, son encuentros sentidos, compartidos, unidos a la melodía compuesta por la sinfonía de pálpitos.

Un largo sendero tomó mi corazón para conseguir afinar su pálpito. Sendero que acaba con una minuciosa afinación y se reencuentra con corazones afines que siempre han hecho sentir su presencia.

Mi corazón está aquí compañeros, que no cese la música.

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