viernes, 23 de diciembre de 2011
Pase y acomódese señora Música.
viernes, 11 de noviembre de 2011
Noviembre
lunes, 17 de octubre de 2011
Casi 29, ¿y ahora?.
lunes, 10 de octubre de 2011
Quiero probarme, quiero sentirme, quiero descubrirme.
domingo, 2 de octubre de 2011
La mochila preparada la noche anterior. El sueño llama temprano, pero es interrumpido varias veces por las ganas de que amanezca y comience el día. Entre estas interrupciones, llega la definitiva y el sol acaricia la ventana. Un sol, que hoy es gris por la niebla levantina del amanecer.
lunes, 19 de septiembre de 2011
miércoles, 31 de agosto de 2011
Por no querer, no quiero envenenarme
Con este elipsir de irrealizables sueños.
Cansado estoy ya de apalearme,
De no poder hallar ningún motivo,
Causante de este interno linchamiento.
Que raya con fuerza el sin sentido,
No quiero ser un mártir de la nada,
No quiero ser culpable de aquello que no he sido,
No quiero yo cargar con ese peso,
No quiero ingerir más este vino.
Anoche tuve un sueño y no me acuerdo,
Seguro que fue rancio y aburrido,
Uno más, de esa oquedad tan rutinaria
Que ya ni me despierta a media noche.
No me hace abrir los ojos en la oscura madrugada,
Ni me hace deambular entre cajones,
Para encontrar algún viejo bolígrafo
Que con su tinta traduzca,
Lo que hace unos instantes he sentido.
Yo ya no quiero ser quien he sido,
Ahora quiero ser el que yo soy
Y dibujar quién seré; mañana o pasado mañana.
Quizás lo sea dentro de un rato,
Quizás lo voy siendo según avanzan las letras, o,
Quizás no lo sea nunca
En fin, más tarde me veré.
jueves, 7 de julio de 2011
Aquí sigo...(hoy con más pájaros en mi cabeza)
Hoy, día 7 del mes 7, se cumplen 7 años del comienzo de esta nueva vida mía. No logro imaginar qué estaba ocurriendo tal día como hoy hace siete años. Lo que si tengo claro es que fue o sería una jornada trágica para todos y todas que, de alguna manera, sentían alguna conexión conmigo. No voy a escribir de entoces, pues es algo ya pasado y ahí debe residir. Lo que sí intento decir, o describir con mis letras, es la manera mediante la cual un hecho que comienza en la oscuridad más oscura de lo más oscuro, se consigue transformar en claridad, en ganas de descubrir, de preguntar, de saciar esa curiosidad innata, de investigar, de conocer, de saltar, de cantar, de bailar, de abrazar, de besar, de ser besado y abrazado, de sentirse agradecido, ...
No existe ninguna fórmula secreta, todas las preguntas encuentran sus respuestas en su momento adecuado.
Yo me solía y me suelo impacientar cuando quiero algo y quiero que ocurra ya. Este es mi principal error, algo que creía saber, pero que he tenido que volver a aprender. Tampoco consiste en pensar que como todo tiene su momento, pues me sentaré a esperar. Sentarse nos sentaremos para descansar, para dosificar y para volver con más energía a nuestro caminar.
Cuando empecé este nuevo sendero, constantemente me impacientaba. No era feliz con esto que me había llegado repentinamente y siempre buscaba la manera de no afrontar mi realidad. Fue duro, muy duro, pero cuando descubrí la manera de cómo dar un primer paso, todo comenzó a tornarse de otro color u otros colores.
Hoy, tras mis primeros siete años de esta nueva andadura, miro de reojo y me veo al inicio, veo la progresión y veo los diferentes horizontes que he ido descubriendo; veo señales de muchos más que me quedan por descubrir.
Intento decir que tal día como hoy, en lugar de ser, como podría haber sido, un día trágico recordando lo ocurrido y lamentándome una vez más, es un día feliz, bueno feliz no, es MÁS FELIZ. Un día en el que brindo a mis soles y a todos los soles. Un día en el que me rio y no paro de reirme. Un día en el que mis pies no son tan pesados como de costumbre. Un día en el que no hay miedo de mirar atrás y recordar.
El sentir de hoy, ha sido impulsado por eso que anhelaba. No ha llegado aún, pero ya me ha orientado al lugar donde puede darse su encuentro. Hoy siento que ayer, anteayer, la semana pasada, la anterior, el mes pasado, el anterior, el otro y el otro... todo lo realizado y todo lo aprendido en ese tiempo, son los hacedores de este estado de ánimo y de que ocurra todo lo ocurrido. Ocurrido y destinado a volverme a encontrar, a volverme a sentir cerca de lo que siempre he deseado.
No logro imaginar hacia donde me guiarán mis pies mañana, pero lo que sí sé es que ellos me llevarán, y yo me dejaré llevar, allá donde ellos decidan que es el mejor lugar.
miércoles, 6 de abril de 2011
Amanece sin avisar
Un día más en este caminar. Comienza como de costumbre, no hay ninguna sorpresa, ni imprevisto alguno. Parece que va a ser otro día sin más. Casi sin percatarme, siento algo interno que me llama, pero no acierto a descubrir qué quiere decirme. Continuo con mi rutinaria mañana y una y otra vez noto esa llamada interior. Me levanto de la silla y me dirijo a la cocina para prepararme algo que llevar a la boca. Es ahí en la cocina, cuando logro descifrar el mensaje dado por esas sensaciones. Dejo por un momento lo que hago y comienzo a mirarme de abajo a arriba, me convierto en una especie de detective que se autoexplora. De repente, mi pie izquierdo comienza a golpear al suelo, el pie se mueve y el resto de la pierna lo acompaña y yo logro sentir ese movimiento. Es entonces cuando alzo mi cabeza, miro al techo y suelto una enorme carcajada.
Resulta que de tanto ansiar la llegada de este momento, ¡zas!, llega y yo casi ni me entero. Ese pie y esa pierna que junto al resto de la mitad izquierda de mi cuerpo, iniciaron un sueño eterno hace ya casi siete años, están iniciando lo que parece la conclusión de su sueño.
Momentos parecidos los he ido sintiendo a lo largo de estos años. Recuerdo cuando logré sentir cómo el agua de la ducha caía en mí; mis guitarras me han ayudado a lograr sentir mis dedos y hacerlos más ágiles; y ahora le toca a la pierna, no sé si fue caminar bajo la lluvia, o volver a caminar por la sierra, o pedalear hasta quedar agotado, o quizás todas juntas y cada una aportó su impulso, hasta que el despertar ha comenzado.
Ella, mi pierna izquierda, me da la impresión de que quiere recuperar todo el tiempo que ha permanecido dormida. Es como si quisiese devolverle a su compañera, la otra pierna, todo lo que ha hecho por ella durante este letargo. Quiere ser la que da el primer paso al andar, todo el peso lo quiere para ella. Se siente fuerte y con ganas, está algo así como eufórica. Euforia, que hemos de aprender a sentirla, para aprovechar su estancia.
Con esto se inicia un nuevo despertar en el que nuevos miembros, la pierna y el pie, se suman al resto del cuerpo para continuar esta andadura.
"Seguiremos caminando, hoy más felices por la inesperada incorporación".