viernes, 11 de noviembre de 2011

Noviembre


Mes por siempre deseado. Acudía a su cita cargado de alegrías y momentos felices.
Situado en pleno Otoño, brilla su tenue luz en las mañanas, que no son ni cálidas ni frías. 
Marcado por este mes, hoy la vida muestra, en imágenes fugaces, todo el recorrido y las diversas sensaciones que han dado forma a los, diferentes, 30 días de Noviembre.

Noviembre nació y comenzó su viaje.
Anunciaba su llegada con olor a tierra mojada. Nerviosismo, alegría, ilusión, venían de su mano e impregnaban de rico sabor sus instantes. Con el paso de los años, Noviembre crecía y se fortalecía, protegía a sus acompañantes, y éstos sentían, con mucha energía, la seguridad ofrecida. 
Un año de números pares, Noviembre llegó extraño. Venía solo, sus acompañantes no llegaban. A cambio, se introdujo el malestar, la apatía, la desesperanza, la soledad, las ganas de no vivir. Se apoderaron de todo el espacio y tornaron de un negro, negrísimo a este mes luminoso.
Tras esto, con mucho esfuerzo y con mucha ayuda, Noviembre logró pintar nuevamente su espacio. Esa oscuridad intensa se fue aclarando, se fue suavizando.

Hoy Noviembre deambula con pasos algo inestables, pero con la seguridad de que esa inestabilidad cambiará su rumbo.

Noviembre, se sienta en un lugar seguro. Si algo imprevisto sucede, caerá de allá, de su elaborada seguridad. Luego se volverá a levantar, caminará de nuevo y más veces caerá. Aunque quizás, lo único que sabe, es que; a otro mes ha de llegar.

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