sábado, 26 de septiembre de 2009

Sumando vuestras edades no alcanzáis los veintidós años. Juntos, o por separado, sois cuatro fuentes de aprendizajes. En cada gesto, cada risa, cada juego, emanáis un sin fin de sabiduría mezclada con cariño, calor y ternura.
La más pequeña de vosotros, es la que más se enfada, pero nunca se olvida de ofrecer su mano al caminar. Presta mucha atención en cómo han de ser los pasos a dar, para poder evitar tropiezos innecesarios
Diez meses antes ya estabas tú aquí. Eres el compañero inseparable que vela por mi seguridad. Eres ese escudo firme y a la vez tierno y generoso. Tu expresivo semblante emite gestos tan divertidos como cariñosos.
Luego estás tú, presumida y expresiva bailarina que contagias tu alegría transformándola en felicidad.
Por último, el mayor de todos, fiel confidente y buen compañero de tertulias incesantes. Juntos, desmenuzamos nuestra existencia y creamos caminos por los cuales continuaremos riendo sin parar de jugar.

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