lunes, 28 de septiembre de 2009

San José del Rio



No soy capaz de contar el número de veces que he muerto. Hubo épocas que moría a diario, otras veces el intervalo entre muertes era más holgado. De cientos de colores han sido todas ellas.
Vidas o nacimientos recuerdo algunos (del primero no logro acordarme). El último que reconozco, es sabido por vosotros , fue en aquellas rocas bañadas por los azotes del mar. Hago memoria y consigo recordar uno anterior a este. Fue allá, al otro lado del océano. Una nueva vida nació en mí. Anduve paso a paso y al avanzar, un nuevo descubrimiento surgía ante mis ojos: el ritmo vital, los sonidos, la música, la manera de mirar tan diferente a la ya conocida, ricos olores a vida, continuadas y sosegadas pláticas compartiendo diferentes visiones.
Aquel fue el tiempo que al recordarlo me digo: “allá nací, allá aprendí, allá compartí, allá dejé a conciencia un pellizco de mi corazón que cuando late con fuerza, me hace volver a vivir rodeado de vuestras montañas.”

2 comentarios:

OscaR J. dijo...

y yo que he estado en todos tus nacimientos!

te quiero amigo

Karlos dijo...

Claro que sí amigo, incluso diría yo, que juntos hemos creado o no hemos inventado alguna que otras vidas. Se me vienen a la cabeza recuerdos con las ratas compañeras en las piedras conversando en presencia del barco hundido, por poner un ejemplo.
Nos vemos compañero.