Habrá que renunciar a un techo
para que bien discurra el sol.
Construir de nuevo el aire
quitando cada piedra
como antes las pusimos:
arrojarlas en la orilla,
que glorioso crezca el musgo.
En las olas zambullirse
haciendo de su muro un pasadizo.
"Qué extraño es estar vivo [...] Tu vida la sostiene, acaso, esta extrañeza." J. Corredor-Matheos
2 comentarios:
No es una derrota desandar lo andado, peor es quedarse en la misma cárcel que nos hemos ido construyendo con tanto esfuerzo. Me gusta eso de hacer de los muros un pasadizo. Aunque no sepamos hacia dónde.
Buen dia, Sergio.
Sí, bueno... estoy de acuerdo contigo. No sé si el título le viene bien. Aunque quizás me guste el contraste, pues al fin es un texto luminoso, creo...
Buen día para ti también, y gracias siempre por tus visitas.
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