Nace cada instante y la Memoria,
solemne sonajero,
cuna, teta o regazo
mayor de la tribu,
conseguida a cada instante
desde siempre, sin descanso,
lo acoge para no romper
(en desvelos o sueños)
cada instante a llorar.
"Qué extraño es estar vivo [...] Tu vida la sostiene, acaso, esta extrañeza." J. Corredor-Matheos
No hay comentarios:
Publicar un comentario