jueves, 23 de abril de 2009




el silencio de una rosa

en el regazo de un libro

hermosa como huella

en la paz del desencanto,



la patria no encontrada

que nunca encontraré



1 comentario:

Olga Bernad dijo...

Me encanta la sencillez de los dos primeros versos.
La paz del desencanto es hermosa pero tiene un peligro sordo, como las aguas remansadas. Porque el desencanto nunca es para siempre, aunque a veces nos lo parezca.
Un abrazo.