viernes, 2 de enero de 2009




Hablaba muchas veces de su experiencia. Lo que se creía con derecho a llamar así era algo que había chupado de los libros, una gran desconfianza y un gran desprecio por sus semejantes.

(De "Senectud", Italo Svevo. Traducción de Carmen Martín Gaite)

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Desde que se fue sólo hacía buscar una solución en los libros a tanto enigma estulto dejado en el aire. Pero aquellas páginas no daban una sino mil soluciones todas válidas, y un sólo error latiendo triste y hondo como el mundo. Lo que quedó en paréntesis transformóse en silencio de libros macerados, como relojes blandos, y calles putrefactas de risas.



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