sábado, 2 de mayo de 2009




Podía contar, aquella tarde en la isla de La Cartuja de Sevilla, que un día de hacía años, en el transbordador que nos llevaba de regreso a Nápoles, tras una breve visita a Capri, recibí una lección literaria por parte de Bernardo Atxaga. El escritor todavía inmaduro que era yo tenía muchos problemas para terminar su primer libro, y uno de ellos era que necesitaba hablar de un fantasma que se le aparecía y le revelaba unos importantes secretos acerca de la verdadera naturaleza de la vida. Pero no sabía cómo hacer verosímil la aparición repentina de un fantasma. Le trasladé mi problema a Atxaga, que me escuchó con paciencia. En un momento determinado, viendo que me alargaba demasiado en la exposición de aquel problema técnico, me interrumpió. "Pero es que es muy sencillo, basta con escribir que se te ha aparecido un fantasma."


(De Doctor Pasavento, Enrique Vila-Matas. Editorial Anagrama)



2 comentarios:

José Luis Garrido Peña dijo...

Amigo Sergio, la literatura es el reino de las excepciones y de las ocasiones, buena entrada.

Un abrazo

s dijo...

Gracias, Luis. Que me lo diga alguien que sabe tanto de literatura como tu, me agrada.7

Un abrazo.